miércoles, 13 de octubre de 2021

La Ciudad Desvelada.

Los caminantes pasan de lado y lado, silentes, como sonámbulos de una ciudad extraña, impávida y mordaz, ataviados con el sudor sobre sus frentes, pues la ciudad no ha perdido sus dones de ser amada por su Sol y ventilada por su inmenso lago; de repente, un hombre con su mirada inquietante, detiene su caminar para preguntarme la hora de aquel día: -Las 11,25 de la mañana le dije, el hombre como todos los hombres de la ciudad impasible y  cáustica, continuo su marcha alucinado en sus pensamientos, mirando la acera, como contando sus pasos, como sumando los instantes acumulados en su caminata hasta el añorado claustro de su hogar, donde quizás lo espera su mujer, sus hijos, sus nietos, nadie sabe, solo él se conoce asimismo, taciturno va tramontando en sus pasos la distancia del espacio, entre el vacío de la ciudad y al encuentro de su casa con los suyos.

Tejo mis recuerdos de los últimos días en mi ciudad, con el corazón constreñido por la distancia, en esta tarde de encierro desde mi habitación, una “Mea Culpa” me abruma, con la cadencia del cordón franciscano lacerando la espalda de un Fraile Capuchino. ¿Por qué estoy aquí y no contigo? Mi ciudad. La respuesta providencial me consuela, escucho el balbuceo de mi nieto desde la sala, volviendo al éxtasis de esta realidad que me agobia entre sus dos aguas, son sentimientos encontrados ante la vista que hoy encontré de ésta foto del centro de la ciudad, que tantas veces caminé en mi juventud, plena de vida, llena de algarabía en su prosperidad y vitalidad comercial.

Avenida Libertador de Maracaibo.

  

La ciudad la transitan hoy emotivas soledades, individualidades desterradas de su propio entorno, porfiadas existencias de sus habitantes forzosos de ésta Ciudad Mártir, ceñidos en su coraje son más que guerreros, sobrevivientes y héroes, entre las mal maquilladas ruinas del entorno que apesta de suciedad y carencias, se siente como si escapara de nuestras manos toda esperanza. 

Más no gana al triste sentimiento la férrea voluntad de sus moradores, ni las de sus hijos emigrantes, esos afectos son inalcanzables para los malvados opresores; prevalecerán tus hijos Ciudad Mártir por encima y ante la afrenta del vil tirano usurpador, se sostendrán y triunfarán; ya llegará el tiempo, cuando el mito se convierta en trompetas de sublimes e invencibles rebeldías, como está escrito por Aguirre "El Monumental".... en todo tiempo, cuando a la calle sale tu reina, Patrona Virgen de Chiquinquirá, tu pueblo amado se ha confundido en un solo amor, amor inmenso, glorioso, excelso, sublime y tierno, amor celeste, divinizado hacia tu bondad; como está sentenciado en su pasado noble y leal, parafraseando a la heroína Ana María Campos: -Algún día, sino capitulan mondan. 

JLReyesMontiel. 


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