Con la velocidad del pensamiento, llega todo tipo de noticia,
datos, informaciones, desinformaciones y aberraciones, éstas las dejé de último
por su propia condición, pero, a lugar considerar que ambas, desinformar y
aberrar, parecería tarea prioritaria de la inmensa red del ciberespacio y su
virtualidad viral.
Que cosa tan buena es la informática, cuando se emplea como
instrumento cultural, para educar a las masas, para su desarrollo intelectual,
ético y moral.
Nunca antes de ahora, la humanidad entera ha alcanzado tales niveles
de acercamiento en la comunicación social, como ahora, goza de un medio
precioso, valioso, inmejorable, me comentaba recién mi hermano, ahora que tu
éstas en otro país y yo desde Venezuela, hablamos más que cuando vivíamos en la
misma ciudad que nos vio nacer, Maracaibo.
Pero, ese mismo valioso instrumento de comunicación e
información de las masas sociales, está fatídicamente ubicado en la concurrencia
de los más siniestros intereses, no tanto por la publicidad comercial de bienes
y servicios, lo que en parte resulta útil, como datos e información en sí
misma, que llega normalmente a un público consumidor, y que además consolida
financieramente el sistema en general de las diversas plataformas y aplicaciones
de internet, pues de alguna manera, revierte con creces la utilidad de un
recurso comunicacional y cultural sin precedentes en la historia humana.
Sino, por sus implicaciones negativas, la autosugestión
personal de quién inmerso en el mundo virtual, se hace maniaco de un vicio
audiovisual, inducidas marionetas frenéticas en los hilos perturbadores de los intereses
desnaturalizados y especulativos del medio cibernético, en sus diversos espacios
comunicacionales, incitando aquel público consumidor, en todo tipo de
esnobismos de época, vicios y desenfreno emocional, promovidos con alevosía e intencionalmente
desde los altos niveles de la pirámide mundial.
La desnaturalización de aquellos buenos fines del medio
internáutico, agudiza exponencialmente la crisis existencial de la humanidad,
por caminos insospechados y del conocimiento evidente, sin embargo, la gente camina
sobre esos hilos de esa aparente realidad virtual, sonámbula en su imaginario
existencial en un surrealismo avasallante, inmisericorde, hegemónico, presa de
la degradada antiética existencial, con una inducción dirigida, subliminal y
técnicamente sugestiva y preconcebida, cuando no, con un lenguaje directo al
grano y crudamente presentado, como si fuera la solución final de los
problemas.
Lucas 12: 54-56 Montaje gráfico creativos272@gmail.com (Diseño gráfico) |
Aborto provocado como método anticonceptivo, condicionamiento
transgenero, promoción sexual de conductas desviadas, criminalización de la
disidencia de la ideología de género, de la defensa de la ética cristiana, de
la defensa de la familia binaria, junto a la legalización de la pedofilia, desautorización
del ejercicio de la patria potestad de los padres dando libertad a los púberes
y adolescentes a ingerir formulas farmacológicas para modificar su sistema
glandular de hombre a mujer o de mujer a
hombre, en fin y paro de contar, cuanta vaina descabellada e inconsecuente con
el espíritu humano exista.
Es como si el sentido existencial del status quo, se hubiese
confabulado en un sin sentido al ataque y destrucción del orden de la naturaleza
de la humanidad, en su pensar y sentir como entes biológicos conformados desde
su concepción celular, derivando en las contradicciones más funestas, que
irremisiblemente llevarán a la más desafortunada de las suertes a toda la
humanidad.
La solución frente a este desorden legitimado, desafiarnos a
nosotros mismos, mantenernos firmes en nuestra condición bionatural, si somos
cristianos o de otros principios teológicos, conservarnos firmes en la fe, no
temer a la extorsión social de sentirnos extraños en medio de la desidia ética-social,
en su vigencia y en su futura eficacia represiva, y sobre todo, forjar cambios positivos
de vida, crecer desde dentro, nos hará ser diferentes, demostrando que lo
natural es condición vital y necesaria para llevar una vida edificante.
Pensemos diferente al común denominador de la extraviada sociedad actual,
pensemos fuera del anti orden, resistamos pasivamente en el seno de nuestro círculo
familiar y social, de ese modo lograremos resultados distintos.
JLReyesMontiel