martes, 6 de octubre de 2020

La Equífera.

 

Las redes sociales deben ser edificantes, emplearlas con sentido asertivo para la comunicación eficaz, además, respetando a los demás, observando normas de ética social, permitiéndole al individuo ser quién es y expresar lo que siente y piensa de forma “asertiva” pero respetando los criterios ajenos, en orden al libre discernimiento, debatir con dignidad para ambas partes en el proceso de comunicación.

Es la teoría de un asunto nacido en estos tiempos de una amplitud tecnológica comunicacional, que le ha permitido a la humanidad estrechar las fronteras y globalizarla; todo tipo de información vuela con la velocidad de un simple botón que envía ese dato a miles de personas, antes las editoriales imprimían 1.000 ejemplares de una obra escrita en un libro, hoy ese mismo contenido intelectual digitalizado llega a millones de lectores, hasta el más apartado lugar desde el estudio del más inadvertido creador de contenido, escritor o académico.

Dentro del entorno de familiares y amigos, es todo un fenómeno social, un familiar me decía hace unos días, ahora nos hablamos más que antes que vivíamos en la misma ciudad, ahora tan distantes mantenemos un conocimiento diario de nuestras vidas.

Sin embargo, hay que tener cuidado con el uso de estos valiosos recursos de redes sociales, emplearlos con sentido ético con vista a los derechos asertivos comentados, por una parte, en la emisión del proceso comunicacional, se ha sobrepasado el límite de los contenidos propuestos, no todo lo que se coloca u opina en redes es edificante, ni dentro del marco valorativo de lo que podría ser apreciado como un aporte constructivo y educativo, por otra parte, los receptores como divulgadores de esos contenidos, en su efecto multiplicador, pareciera que entre más amarillista, mediocre y decadente sea el contenido, más atención se le presta y más consigue su circulación en redes.

Otro aspecto, es el trato entre los interlocutores con vista a la asertividad en el proceso de comunicación; recuerdo aquellas reglas del buen hablante y del buen oyente, siempre expuestas por mi maestra María de Jesús Martínez, normas que enaltecen la sana y productiva conversación, sin arrebatar, menos pisotear, recontra menos intentar humillar al interlocutor.

Ciertamente, comentar en redes sociales se ha convertido en una suerte de competencia, tratando de imponer una corriente de opinión, llegando al extremo de emplear un lenguaje escrito soez y vulgar, denigrante y de bajos usos entre segmentos de la población marginal.

Una interlocutora en Facebook me etiquetó de “equífero” palabra que, por primera vez en mi vida escuchaba, esa señora a sus más de 50 y tantos años, con título universitario y postgrado, rebusca en el vulgo su modo de hablar y escribir en Facebook, y lo hace con una naturalidad de origen; el asunto es que acudí a la Internet para dilucidar que significa ese vocablo, pues aún no aparece registrado en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, según este enlace https://www.tubabel.com/definicion/38799-equifero Equífero, esta palabra es originaria del barrio Pinto Salinas. parroquia El Recreo, Caracas. Y era utilizada para describir o nombrar a una persona que estaba trastornada, celosa, en la luna, molesta o en condiciones psiquiátricas y psicológicas dudosas...

Total, no es demostrar aparentar tener conocimiento, ni por dárselas de letrado, menos de sabio, emplear un lenguaje de cierto nivel, más si se es profesional universitario, y aún cualquier persona que, por autodidacta, no es ninguna falta personal menos criticable, que mejore su léxico, peor lo hace aquellas otras personas en su mediocridad, que por hacer lo contrario, rebuscan en el más bajo de los modismos, los usos de expresión personal.

Cuando se comenta, es muy del agrado una manito arriba, es estimulante al trato interpersonal, un corazón sentimentalmente aceptado, una carita sonreída que ha sido recibido el chiste con agrado, y hay que tener cuidado con la carita sonreída, porque también se emplea como burla y eso es también cuestionable; si no gusta el comentario porque se tiene otra opinión, es menester debatir de forma ecuánime, siempre con un lenguaje edificante, es decir asertivo, hacer su propuesta sin ánimo de competencia, humillando a su interlocutor, menos descalificándolo, que es el último recurso que emplea aquel interlocutor de mala fe, porque a la hora del Té, uno descubre a las personas tóxicas, porque solo se pronuncian hacia lo negativo, nunca te dan manito arriba, y si comentan lo hacen de modo ácido y mordaz, y si no lo hacen al principio la ponen al final, pero dejan su semilla de mal vivir y actuar, por ser personas de muy malas vibraciones.

JLReyesMontiel.               




martes, 1 de septiembre de 2020

El Dilema de Venezuela.


No quiero pensar y llegar a la triste conclusión que Venezuela, como Cuba se perdieron, que EEUU no está dispuesta a su protagonismo tutelar, como en el pasado lo estuvo con respecto a Sur América, los nuevos tiempos al parecer, han cambiado la visión del centro de poder estadounidense.


El Tablero de Ajedrez de la geopolítica mundial escribe nuevas letras de acción y reacción, una Europa libre pensadora, no es contrincante para la voracidad comercial China, el belicismo de una Rusia repotenciada y esa órbita de Estados emergentes, cada uno con ánimo propio, como Irán, India, Pakistán y sobe todo Corea del Norte, con alta capacidad nuclear; Venezuela está en una oscura encrucijada, por un lado un "régimen títere" que responde a las directrices del paterno "régimen Castrista" desde La Habana, ausencia de liderazgo en una oposición fracturada por fútiles intereses encontrados y una población venezolana cautiva entre esas dos aguas, deambulando entre la ruina de sus ciudades, sus casas, el hambre, la desesperación, la desesperanza y su impotencia; como para ser capaz de reaccionar menos de enfrentar la muy bien entrenada y armada multiesbirrada, cancerbera, soplona y sicaria, al margen de una peligrosa y rastrera delincuencial más que armada, empoderada, que controla los barrios y sus comunidades, convertidas en guetos, muros de contención dentro de su jurisdicción marginal, imponiendo esa élite criminal su paz mortal.

Por ahora, el régimen títere abrió la válvula, para aliviar tensiones y hacerse creíble ante unas convocadas elecciones, abrió el aliviadero de su represa, pero no aquella otra represa, la arruinada represa del Gurí, sino la de su represión fratricida, liberó a "ciertos" de sus presos políticos, no todos, los más vehementes siguen detenidos, que al día y entre otros nuevos detenidos parecen ser ignorados por la cortina de humo liberada por la aperturada válvula maquiavélica.

Había que darle e inspirar crédito a su convocada elección decembrina, después de las elecciones veremos lo de siempre, aquellos liberados que aún rebeldes serán sometidos nuevamente y si es necesario se reducirán a prisión. otros saldrán del país, ya pagaron su cuota martirizadora, no se les podría exigir otra conducta, que alguno de nosotros seamos capaces de asumir fuera o dentro de nuestro país, tratando de salvarnos de la opresión del títere régimen.

No es mi deseo, si Venezuela se perdió, como Cuba se perdió, que peligrosamente otros países de América se podrían extraviar en ese rumbo, si EEUU y sus aliados en toda la América, no asumen su papel histórico como gendarme necesario de la América pueril e incauta. Esa es la única verdad tan cierta y lamentable, como son sentidos la razón de ser Suramericano.

Todo lo demás: El bloqueo económico y comercial aplicado al pueblo de Venezuela, como en Cuba, es torpe y solo agrede a la gente, en nada afectan a los burócratas del régimen, solo los atornilla más en el poder, como está demostrado; en lo interno, intentar la política del diálogo y la concertación en Venezuela es inviable, en los términos de un intromiso régimen totalitario oportunista; el estilo al histórico Pacto de Punto Fijo, y sus estadistas como Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jobito Villalba, Gustavo Machado, Luis Beltrán Prieto, Gonzalo Barrios y toda esa generación de líderes de la Venezuela del siglo XX ya no existe, el tiempo pasó esa página, y la historia de Venezuela hoy se escribe con un país secuestrado por una burocracia mafiosa, a las órdenes del foráneo régimen Castrista, tutelado por potencias enemigas de EEUU, régimen Castrista cuya sobrevivencia depende de sus recursos naturales, también apetecidos por aquellas potencias además de la posición geográfica y estratégica de Venezuela. Ese es el verdadero dilema y el único, en el camino de la liberación nacional de Venezuela.

Abraham Puertas.







viernes, 21 de agosto de 2020

Se acabó el tiempo.


"Desde la aparición
del Estado Constitucional
y más completamente
desde la instauración de la democracia,
el demagogo es la figura típica
del jefe político en Occidente"
Max Weber.
El tiempo se acabó, pasó a la historia aquella época de la política y los políticos de la Venezuela Petrolera, en el mal sentido del ejercicio del espíritu de facción, proselitista y electoral, asumido y así entendido por la clase política venezolana del siglo XX, basado en arreglos de cúpulas burocráticas que se subrogaban el derecho de dirigir los destinos de nuestro país, incluso por encima del interés nacional.

Todavía persiste, esa carrera por figurar en la política venezolana, tratando de protagonizar los escenarios públicos, para trepar al poder, por demás, a expensas de aplastar los verdaderos líderes emergentes, en ese afán de presumir detentar la facultad expresa de auto designarse como cabeza del partido, tratase de los viejos partidos tradicionales, grupos o movimientos que fueren, en el marco de la profunda crisis de la política venezolana.

¿Cómo enfrentar la monolítica arrogancia hegemónica del poder sustentado por el régimen? Solo con una monolítica presencia de oposición, esa es la condición impretermitible para enfrentar en estrados, palestras y ante el país entero, a la Bestia de Seis Cabezas del régimen títere del Castrismo en Venezuela.

Al final de cuentas, esa absurda majadería de correr tras del poder, en ser aquel que llegué primero a “Miraflores” se unge ante la prensa y la opinión pública, como el que verá la luz en la Presidencia de Venezuela, y sus segundones en las lozanas y apetecidas prendas del poder.

Es muy viable sugerir, para el futuro Constitucional del Estado Venezolano, se asuman las funciones públicas de los gobernantes como tareas Honorarias, sujetas a penas imprescriptibles por largos años de prisión, estableciendo las diversas tipologías penales de malversación de fondos públicos, corrupción política y dolo en sus heterogéneas maneras, formas y especies.

Sin dejar de lado, la creación de Tribunales Especiales, de libre elección y remoción popular, monitoreados permanente por la Fiscalía General de la República, por la Procuraduría General de la República y por la Contraloría General de la República; dichos Tribunales Especiales, tendrán la competencia del conocimiento de los hechos por malversación de fondos públicos y demás actos dolosos, en la que incurran todo funcionario público desde el Presidente, hasta el último funcionario, secretario o escribiente del pueblo más apartado y lejano del territorio venezolano como su jurisdicción.

Dichos Tribunales Especiales anti corrupción, desde los jueces, secretarios, alguaciles, escribientes, archivistas, hasta el portero del Palacio de Justicia pues, estarán por igual sujetos al dispositivo legal penal que se establezca, y les sancione por su dolo, valimento e ilícito proceder. Incluyendo a la Fiscalía y sus Fiscales del Ministerio Público, Procurador de la República y Contralores, en fin, a toda la cadena de funcionarios, subalternos y afines, tanto del sector civil, como militar, a éstos se les doblarán las penas por su carácter castrense, y serán sometidos en igualdad de condiciones procesales a la jurisdicción civil, en fin, a todo aquel que de una u otra forma ejerza cargo o desempeño de las funciones de servidores públicos, habidos y por haber.

Sanear la gestión pública, es sanear la Democracia, sanear la Democracia es sanear al hombre en sociedad, por eso es necesario sanear la política venezolana al modo Aristotélico, y para ello hay que tomar medidas extremas para lograr edificar el país que queremos, sino, por ese camino que vamos, algún día, las nuevas generaciones a fuerza de sangre, dolor y lágrimas, aprenderán la dura lección y adquirirán sentido de pertenencia a la cosa pública y querencia por lo que es de uno y de todos.

Abraham Puertas.


     

lunes, 3 de agosto de 2020

La Hora de los Valientes.

Francisco Goya, autoretrato.
Analizando el tema de una excelente producción cinematográfica española “La Hora de los Valientes” su personaje central “Manuel” es un joven imbuido de ideales anarquistas por su militante abuelo republicano, “Manuel” trabaja como celador en el Museo del Prado, al estallar la guerra civil en 1936, el gobierno instaurado de la República de España ordena trasladar las obras de arte del museo de Madrid a Valencia; “Manuel” logra recuperar el autoretrato de Francisco de Goya y en torno a este acontecimiento surge toda la trama e incidencias de la película, la cual recomiendo ver al final y cuando tengan tiempo.

Lo que queda bien claro en la escenificación del drama bélico son los excesos, tanto del extremo republicano como del lado franquista, y eso es patético en toda guerra civil, el pueblo que está en medio del conflicto siempre resulta el más afectado, a parte de sus calamidades y sus muertos, por la afectación del patrimonio artístico y cultural de la nación que está por encima de los intereses de la diatriba política de su momento histórico.

Excesos que le son comunes y sufren por igual la gente aquí y allá, y donde se desarrolle conflictos armados, víctimas de la guerra, desplazados con repercusión social en los países que acogen a los refugiados, expatriados y emigrantes. Ejemplos sobran, pasado y presente, el planeta entero y ahora con mayores efectos y agudizado por el desarrollo de los medios de comunicaciones que hacen un mundo sin fronteras.

Si analizamos la película podemos situar hechos que son muy familiares para nosotros los venezolanos, colas de personas, racionamiento y escases de medicinas, alimentos y servicios públicos, y sobre todo nuestros muertos, nuestros mártires, ahora que nos ha tocado vivir las incomodas consecuencias de un sistema político y sus pretensiones de imponerse a toda costa, por el hecho cierto y probado de la fragante intromisión de agentes extranjeros que fundamentan sus reales y desleales intenciones, allá la soviética injerencia de Stalin, acá la intromisión Ruso-Putin-Castrista, en uno y otro caso, en la supuesta  consecución de ideales y principios pisoteados a cada paso, por la afrenta de su corrupción y tiránico ejercicio burocrático del poder y avasallamiento popular.

En el teatro de los conflictos políticos y sociales, surgen también los trepadores de oficio, los que al fin de cuentas resultan los verdaderos y exitosos ganadores y vencedores, llevándose la mejor parte de la miseria humana, éste representado por el personaje “Lucas” la antítesis de “Manuel” que me hace recordar en Dr. Zhivago al personaje “Victor” parte esbirro, segundón y escurridizo vividor.

Cuantos son los “Lucas” que se entrecruzan entre las piernas a los artífices de las revoluciones y conflictos sociales, valiéndose de su astucia y capacidad mimética de disimular su sagacidad en búsqueda de escalar política y económicamente, por encima de las circunstancias y por encima de los valientes, carne de cañón inútilmente sacrificada.

Cuantos son los “Manuel” soñadores ingenuos y febriles, entusiastas de ideales puros y sublimes, en los epicentros de las protestas populares, rebeliones y conflictos, buscando redimirse y buscando para su gente mejores condiciones de vida y existencia, buscando para su país la ansiada libertad.

De Francisco José de Goya y Lucientes, conocemos su vida y obra, le tocó su pedazo de azarosa existencia durante la ocupación Napoleónica de España, y supo captar en sus lienzos y bocetos, todo el dramatismo de la guerra y sus secuelas, como testimonio para toda una humanidad compungida ante el peligro eminente de la opresión que sobre ella pesa cual Espada de Damocles.

En América del Sur especialmente, tenemos nuestro propia Espada de Damocles, se están jugando sus pueblos su suerte entre la democracia y la tiranía, y sus pueblos deben saber defender su preciada libertad, frente a las francas y develadas  intenciones de “quienes” pretenden colocarse y hacer de Venezuela la cabeza de playa para propagar por el continente conflictos político-sociales al mero estilo de nuestra querida Venezuela, entendiendo que tal cual decía nuestro poeta inmortal Andrés Eloy Blanco: -La Democracia está de pie en la encrucijada de las más trágicas codicias.

JLReyesMontiel.

 https://youtu.be/9d2dmrk_lQk



miércoles, 8 de julio de 2020

La Burbuja Existencial.

Fotograma: "La Espuma de los días"

Algo no anda bien en la gente, por no decir en la humanidad, cuando se observa la mundanidad desde una perspectiva más elevada, y cuando digo “elevada” no es que me sitúe por encima de los demás como semejantes que somos, sino desde una visión más objetiva, un poco más objetiva, porque la neutralidad al punto es de las máquinas, y somos seres pensantes, con todas nuestras virtudes y defectos; es el hecho cierto de las argumentaciones y las incoherencias existenciales de la gente en sus posturas pensantes, sean religiosas, culturales, políticas e ideológicas.
Al paso de los años y de la experiencia, uno adquiere esa necesaria capacidad de estudiar mejor a la gente, pero, pero solo entendiendo el cuadro del entorno donde se desenvuelve su personalidad y modo de vida, para asumir, un poco más o menos, un análisis comprensivo de las aptitudes y actitudes de las personas en sus vidas.
Hoy ví y escuché una pareja, fue en Yotube, por su canal de redes sociales, ella es hija de un conocido y difunto profesor comunista y Ius filósofo, él es de profesión periodista, ella siempre bohemia con sus rizos y vestido Hippie, él con su barbita a lo Guevara pero con la nívea señal de los años, por mucho que trate de ocultarlos tras de su camiseta y sus pantalones Blue Jeans, ambos cantando temas “revolucionarios” que por cierto, no cantan tan mal pero tampoco son buenos, por lo menos el hombre trataba de charrasquear en su Cuatro una “Danza” aportándole la letra de un insípido tema de una canción intitulada “Pueblo Valiente” y ella se lanzó otro tema cantado en memoria de la legendaria comunista Olga Luzardo.
Yo los observé y escuché, pues los conocí en los pasillos de la Universidad del Zulia, entonces LUZ era aquella bonita casa grande “nuestra” y lucía plena de juventud en sus aulas, pasillos y jardines, de muchachada estudiantil feliz y animosa; de tal modo yo los escuche y observé, a ella y a él, cantando sus temas “revolucionarios”;  en otros tiempos, de aquellos de mi juventud, me hubiera resteado con esos chamos, ese canto está bueno, hubiera dicho, cantan verdades, hubiera sentenciado; pero hoy me suenan con el desgarbado tono de la decepción y la amargura.
Acá en Santiago, durante los disturbios del año pasado, entre quemas de autobuses y estaciones del metro, los rebeldes muchachos arengaban sus proclamas amenazando a los burgueses en sus burbujas residenciales, a mí se me grabó ese dicho: “BURBUJAS RESIDENCIALES” ya era bastante digerir el sin sentido de incinerar su propio transporte público, por sobre toda justificación reivindicativa social, lo cual es asumible en toda sociedad que se precie así misma, lo anacrónico del asunto, es saber comprender a una gente en sus motivaciones políticas y económicas, cuando vienes de un país gobernado, por los mismos ideólogos que atizan la candela rebelde en el país residente que te acoge, y en mi propio país, se reprime, se encarcela y se tortura con vehemencia feroz en nombre de la libertad y la autodeterminación de los pueblos.
El asunto es, que cuando ví y escuché cantar a estos “Chamosaurios” desde su pomposa residencia, situada porque lo sé, en una urbanización de clase alta de Maracaibo, llena de cortinas y mobiliario, tras de sí, sobre sus cabezas tremendas ventilas de aires acondicionados centrales, todo bien chévere y bonito, frescos y gentiles, cómodos y bien nutridos, ella con sus rizos y él además, con su –gorrita- adornada con una chapita del Che Guevara, no pensé no más, sino que recordé aquel dicho: “BURBUJAS RESIDENCIALES” recordando además, las penurias de mi país y de su gente.
Anacronismos del mundo, contradicciones existenciales, antagonismos de realidades encontradas en el espejo multicolor de ideologías indigestas y frustradas, todo es pasajero del tiempo, vanidad existencial y esnobismo.
¡Carajo...! Y no me vayan a decir, que es el “imperialismo” porque el sentido de la antiética social, la corrupción política, su burocracia e inmoralidad, a la que se ha sometido y quebrantado la voluntad de un país: Venezuela, nada ni nadie lo puede justificar, menos razonar y jamás argumentar en su sano juicio.

JLReyesMontiel.




domingo, 7 de junio de 2020

Un Plagio Nacional.


El daño moral a nuestro país, hacia todo lo que de bueno tiene el patrimonio nacional, al margen de su infraestructura y economía, soslaya principalmente su acervo histórico y la dimensión del pensamiento de los mentores de nuestra nacionalidad.

Es un crimen impío, confabular para deformar su rostro, con un aspecto de mulato ordinario, para recrear a imagen y semejanza del intromiso régimen, un Bolívar que insurje contra la capacidad y creación artística de diversos pintores de época, en diferentes lugares, quienes definieron un semblante iconográfico vivencial y directo, que evaluando los múltiples retratos que de Simón Bolívar se elaboraron, bien se puede dictaminar ciertos rasgos muy particulares y característicos de su rosto, llegando a la conclusión veraz, que los estudios morfológicos óseos del cráneo, realizados a un supuesto análisis objetivo, arrojaron un resultado muy conveniente, para complacencia del régimen y sus cancerberos.

Ese rostro indigno, no es sino parte de una intención premeditada de subvertir el todo de una nación incauta, así más ampliamente se allanaron sus instituciones, sus industrias, sus ciudades, sus pueblos, su infraestructura, sus universidades, sus liceos, sus escuelas, sus servicios de salud, sus servicios públicos, y, finalmente nuestras casas, quebrantando la voluntad de las masas.

Donde y cuando veo ese rostro grotesco de un Bolívar suplantado, veo los rostros del régimen títere que oprime Venezuela, veo toda la ruina y el retroceso que ha significado para nuestro país, esa misma conmoción repulsiva de una mayoría aplastante de Venezolanos, al ver plasmado el infame icono con un perfil y semblanza facial deformada y degradada de Bolívar, como una chercha a los hombres en su día a día dentro o fuera de Venezuela.

Y resultado de este vil plagio, lo más desafortunado, las nuevas generaciones de venezolanos están identificando la figuración de un “Simón Bolívar” a la medida de los tiranos, cuando el ideario político Bolivariano está tan lejos de egocéntricas apetencias hegemónicas del poder. Esto, además, en desconsuelo de los detractores de oficio, historiógrafos que hacen el juego a los tiranos, difamando la estatura histórica y semblanza humana de El Libertador, dicho esto también, en desagravio a la voluntad titánica y espíritu de sacrificio de Simón Bolívar.   

Pasarán, como pasan las pesadillas, y la dignidad florecerá nuevamente en el territorio Venezolano, el tiempo es inconmensurable y justiciero, toda la verdad se decanta en sus arcanos, la muerte es el destino único de los hombres y ante la sentencia definitiva de sus designios, no hay fuerza que se resista, al final caerán, como caen las vanidades y portentos y sus protagonistas, payasos de una ridícula pantomima, una historia por redactarse, escribirán otros estos momentos con juiciosa pluma y claro pensamiento, las oscuras páginas de estos perdidos días, y de sus secuaces, martirizadores de un pueblo trabajador y honesto, no hablo de los pérfidos y los inconsecuentes, y en nombre del Venezolano de bien escribo.

Ese día, destino fijo de esta humillante autocracia, enjuiciados sus remanentes personeros, los innobles perfiles amulatados que definen e identifican al oprobioso régimen, se quemarán en todas las plazas públicas a lo largo y ancho de una “Nueva República de Venezuela” y aireadas las banderas con sus amarillos, azules y rojos pliegues, y sus siete estrellas, será esta profecía hoguera atizada al viento norte de nuestro Mar Caribe, regresará la virtud y el honor, templados como acero, en el ritornelo de tus hijos, patria nuestra.

Abraham Puertas.