lunes, 9 de noviembre de 2015

Una reliquia perdida en la guerra de Independencia Venezolana.

Libro de Actas donde reposa el Acta de Independencia de Venezuela.

El 5 de julio de 1811 a las 3.00 de la tarde fue declarada formalmente la independencia de Venezuela, luego de que se presentara una discusión los días 4 y 5 de julio, sobre la conveniencia de hacer formal el hecho y realizarse la votación respectiva. 

El Congreso estaba integrado por la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII que representaba a siete de las provincias de Venezuela que se habían sumado al movimiento del 19 de abril de 1.810.

El presidente del Congreso fue el diputado por Nutrias, Doctor Juan Antonio Rodríguez Domínguez.
En la votación fue encontrado un único voto en contra, éste del sacerdote Vicente Maya representante de la provincia de La Grita.

El día 7 de Julio se presentó el Acta al Congreso, allí se lee y es aprobada, comenzándose desde ese momento a recolectar las firmas correspondientes y culminándose de firmar el 18 de Agosto de 1.811.

Por parte del Poder Ejecutivo es firmada el 8 de Julio y el 14 de Julio fue leída en acto público al pueblo reunido en la plaza mayor de la ciudad de Caracas; y unos días después publicado su texto en el periódico El Publicista y La Gaceta de Caracas.

En Febrero de 1.812 se clausuraron en Caracas las sesiones del Congreso Nacional de Venezuela para reiniciarse en marzo en Valencia, ciudad donde también se trasladaron todos sus documentos y los libros contentivos de las actas de las sesiones.

El 7 de abril de 1.812 el Congreso se ve en la necesidad de cerrar sus puertas debido a la presencia en Valencia del jefe realista Domingo Monteverde. El Dr. Rodríguez Domínguez, Presidente del Congreso, deja los archivos del Congreso para su cuido y custodia a la Señora Isabel de la Hoz, esta señora ya anciana entrega estos documentos a una amiga suya y así hasta que llega a manos de la Señora María Gutiérrez, viuda para esa época de Carlos Navas Spinola.

Casi 100 años después, a fines del año 1.907, el historiador valenciano Francisco González Guinán en una de sus visitas a la familia Navas-Gutiérrez observa que dos gruesos libros son usados para que una niña alcance las teclas de un piano, y por curiosidad de buen historiador pide a la dueña de la casa que le permita ojear esos ejemplares, de inmediato se da cuenta que entre sus manos está el libro de actas del Congreso de Venezuela en donde está asentada el Acta de la Independencia.

El Dr. González Guinán consigue que la señora Gutiérrez le regale aquel libro y, con él bajo el brazo, se traslada a Caracas, se encamina hacía la sede de la Academia Nacional de la Historia, allí muestra a sus miembros aquel ejemplar que más adelante reconocen ser auténtico; ese reconocimiento lo hacen público el 5 de Julio de 1.908.

Es así como entonces el Presidente Juan Vicente Gómez decreta que el 5 de Julio de 1.911, en conmemoración del centenario de la Declaración de la Independencia Nacional, se coloque este ejemplar en una Arca de vidrio en el Salón Elíptico del Congreso Nacional, designa para esa ocasión como orador de orden al Doctor Francisco González Guinán.

domingo, 18 de octubre de 2015

Tomás Alva Edisón.

El introvertido
niño Tomás.
Distraído de niño, pero simpático; sus padres, decidieron establecerse en Ohío, en la escuela primaria sus maestros lo consideraban un mal estudiante, sin embargo, con su madre tenía una muy buena relación, y él la recordaba como  “comprensiva , cariñosa y  su mejor maestra”  según sus biógrafos tuvo una influyente querencia muy destacada en la vida de su hijo, pues sin ella hubiera sido un hombre ignorante, incomprendido y desdichado; muy a pesar de sus fracasos escolares su madre siempre estaba ahí presente para ayudarlo y así con tiempo logró terminar su carrera inicial.

Nace en Milan, Ohio, el 11 de febrero de 1847, fallece en West Orange, Nueva Jersey, el  18 de octubre de 1931, fue un empresario e inventor estadounidense que patentó más de mil inventos, durante su vida adulta hacía un invento cada quince días, contribuyó a darle a Estados Unidos los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo tales como la industria eléctrica, un sistema telefónico, el fonógrafo, las películas, entre otros tantos inventos de su genio, en una oportunidad dijo -no fue mi creación, ni lo invente, solo lo descubrí, siempre a estuvo ahí-. Hijo de Samuel Ogden Edison, Jr. (1804-1896) y Nancy Matthews Elliott (1810-1871). Sus antepasados provenían de Ámsterdam y se establecieron en el río Passaic, en Nueva Jersey.

El investigador y cientifico, no lo invente lo descubrí.
Un pensador de sus sueños, imaginando cosas y distintos inventos y sistemas mecánicos para agilizar procesos industriales e incluso personales, de una personalidad incansable, entusiasta; sabía que las ideas, para dar su fruto, deben apoyarse en la investigación científica más cuidadosa y perfecta; adquirió y leyó todos los libros científicos necesarios para sus experimentos.

Tomás el vendedor
y futuro empresario.
Comenzó su carrera vendiendo frutas y más adelante se presentó en las oficinas de la compañía ferroviaria donde trabajaba un amigo de su padre, diciéndole: “No aspiro a un puesto, deseo sólo una autorización para vender diarios y alimentos en los trenes.” Días más tarde llegaba la autorización para la línea Port Hurón-Detroit. Trabajando como vendedor capitalizaba sus ingresos y de ese modo Edison pudo acceder a una buena biblioteca para sus experimentos, con mezclas, frascos de química, imanes, probetas y toda clase de aparatos. Mas tarde su padre le cedió  una parte del sótano para laboratorio, cumpliendo uno de los mayores deseos de su hijo. 

Un acontecimiento que casi le cuesta la vida debía perturbar la dicha del futuro sabio. La compañía le permitió instalar, en un coche furgón, una pequeña imprenta para la publicación del “Weekly Herald” cuya dirección, redacción y compaginación estaban completamente a su cargo. Este semanario publicaba las noticias de la guerra entre norteños y sureños, recogidas en Detroit. Al bajar para vender —al precio de 3 centavos el ejemplar— la ultima edición, no advirtió que el tren se había puesto en marcha. De un salto trepó al estribo del último coche, quedando suspendido. Imposibilitado para mantenerse mucho tiempo en esa posición acrobática, debió su salvación a la rapidez de un empleado que lo ayudó a entrar en el vagón, pero que desgraciadamente lo golpeó en el oído. El salvamento le produjo una mastoiditis que determinó en el joven una semisordera incurable. Aceptó ese contratiempo con resignación, pero tuvo que renunciar al puesto.

Edisón el telegrafista.
Un día Edisón salvó la vida de un niño que estaba sobre los rieles, a punto de ser atropellado por un tren, acto que le valió la gratitud del padre de la criatura un telegrafista de Port Hurón y le dijo: “Lo que yo puedo hacer por ti es enseñarte mi oficio. Cuando lo conozcas te será mucho más fácil conseguir un buen empleo.” Así Edisón mientras aprendía el alfabeto Morse, vivía fascinado por el funcionamiento de la máquina, un año después estará en su primer puesto de telegrafista de Cincinnati, luego se trasladó a Boston y a la edad de 22 años (1869) vivía en Nueva York y trabajaba en una compañía importante; en una oportunidad se produjo un desperfecto en el aparato transmisor, Edison se ofreció para repararlo y cumplió tan brillantemente su tarea que fue nombrado consejero técnico.

Durante este nuevo período de su vida inventó un registrador eléctrico para los votos parlamentarios que, sin embargo, no obtuvo el éxito esperado; pero, incansable en sus investigaciones, inventó otra máquina que reemplazó al anticuado indicador telegráfico de las cotizaciones de valores. Esto le produjo 40.000 dólares de ganancia que le permitieron abandonar su empleo y abrir un laboratorio en Newark.

Mary Stilwell primera esposa de Edisón.
Mina Edisón seguda esposa

Desde entonces, la personalidad del joven sabio era tan difundida que sus colaboradores aceptaron modestos salarios y penosos horarios con tal de trabajar junto a él. Su encantadora vecina, Mary Stillwall, después de haber sido su primera secretaria, aceptó ser su esposa a pesar de la existencia modesta que Tomas le ofrecía. Mary, cariñosa, fiel y buena, compartió sin quejas las privaciones, las fatigas y las preocupaciones que un día debían transformarse en riqueza y gloria.

Tomás Alva Edisón el consagrado inventor. 
Desde 1870 hasta 1876, Edison hizo patentar 120 inventos distintos, algunos muy importantes, entre ellos estaba el multicopista (mimeógrafo), destinado a la copia de escritos y dibujos que se reproducen mediante un papel especial cubierto de parafina, y un aparato con sirena para alertar policías y bomberos. Pero el más notable fue el sistema de telégrafo automático, que consistía en una cinta perforada que permitía la impresión de un mensaje en letras, en vez del antiguo sistema de puntos y líneas. Este nuevo aparato, ensayado con enorme éxito, realizaba la anhelada posibilidad de permitir la transmisión simultánea de varios mensajes con el mismo cable.

El fonógrafo de Edisón.
Edison había abandonado sus laboratorios de Newark para trasladarse a locales más grandes y mejor equipados cerca de West Orange. El lugar donde se levantaron sus nuevos laboratorios debía procurarle más tarde el apodo de “Brujo de Menlo Park”. Aquí tuvo como colaboradores, entre otros personajes destacados, al mismísimo físico e inventor estadounidense de origen croata Nikola Tesla.

Sus numerosos estudios sobre la acústica, a la que dedicaba largas horas desde hacía muchos años, le valieron el más original de sus descubrimientos: el fonógrafo, se sabe,  que pasó al mismo tiempo, otro sabio francés de nombre Charles Cros, inventaba una máquina llamada “parlante” … El hecho es asombroso por cuanto los dos hombres trabajaban separadamente.

En 1878, el primer fonógrafo consistía en un cilindro sobre el cual se ajustaba una bocina que recibía la voz unida a una punta que grababa las vibraciones sonoras; con este aparato curiosísimo, Edison se presentó ante el señor Beach, director de una de las más importantes revistas científicas americanas. --Buenos días- dijo la voz de Edison, saliendo del aparato. -¿qué pensáis del fonógrafo?- el señor Beach se sobresaltó ,pero pronto se sobrepuso al asombro y preparó inmediatamente un número especial para anunciar, en el “Scientific American”, el nuevo y prodigioso invento, Edisón era como un niño que hubiera llegado a fabricar un juguete maravilloso.

El bombillo al vacío y el filamento de carbono.
A partir de este instante trabajará incansablemente y éste será el período más absorbente de su vida. El mundo estaba deseando el alumbrado público. La lámpara de arco, derivada del invento del italiano Volta, no era práctica pues producía una luz demasiado violenta, cara y “ruidosa”. Un grupo de financistas e industriales confió a Edison la solución del problema que otros no habían podido resolver, entonces ideó una pequeña lámpara incandescente, pero ese proyecto no se pudo realizar sino dos años más tarde, durante ochocientos días y ochocientas noches, secundado por sus más fieles colaboradores, tuvo la paciencia de ensayar seis mil fibras diferentes: vegetales, minerales, animales y aun humanas, pues hasta un pelo de la barba rojiza de uno de sus asistentes se utilizó en los experimentos.

El recipiente (un pequeño globo de vidrio que le había valido meses de trabajo) estaba listo, pero lo que no había podido encontrar aún, era el filamento capaz de resistir la incandescencia por mucho tiempo, de manera de hacer del producto algo sustentable y rentable al consumidor, parece que la noche fue buena consejera y la suerte favoreció a su genio, mientras leía a la luz de una lámpara de petróleo, su mano se untó con hollín al tocar inadvertidamente el tubo, mientras examinaba su mano, pensó en ese instante que sólo un filamento carbonizado podría mantenerse largo tiempo incandescente sin destruirse, siempre que estuviera en el vacío. Así nació la primera lámpara eléctrica, la antepasada de las que hoy alumbran nuestras veladas e iluminan nuestras ciudades, transformando la noche en día. Dos años más tarde, en 1882, inauguraba en Nueva York el primer alumbrado eléctrico de sus calles y el primer sistema nacional de producción y distribución de la energía eléctrica. La “Central de Edison”, adoptada pronto en el mundo entero, facilitó todos los desarrollos ulteriores de la industria moderna. La primera demostración práctica, coronada con un éxito completo, tuvo lugar en Menlo Park, el 21 de octubre de 1879, y dio paso a la inauguración del primer suministro de luz eléctrica de la historia, instalado en la ciudad de Nueva York en 1882, y que inicialmente contaba con 85 suscriptores.

Incansable buscador mas allá de las ideas
un realizador y descubridor.
Thomas Alva Edison contribuyó a la investigación estrictamente científica, con el descubrimiento del llamado efecto termoeléctrico (1883), también conocido en la actualidad como efecto Edison, el cual permitiría, años más tarde, el desarrollo del dispositivo electrónico conocido como diodo, que daría paso al advenimiento de la moderna revolución de la electrónica en todos los ámbitos de la técnica actual desde televisores, radios y muy especialmente en las comunicaciones.

Tomás Alva Edisón es uno de los más grandes bienhechores de la humanidad. Este estadounidense fue uno de los inventores que más contribuyeron a modificar la vida del hombre contemporáneo, los más de mil inventos que patentó transformaron de manera drástica las costumbres y los hábitos de consumo de las sociedades industrializadas. De la misma manera, Edison consolidó la investigación tecnológica.

Amarantho Buendia.


Como sobremesa, esta gráfica de dos portentos
del desarrollo tecnológico estadounidense,
Tomás Alva Edisón con su amigo Henry Ford.


sábado, 24 de enero de 2015

La Parábola de la Higuera.

Dado que El Creador más que discernimiento nos dio espíritu con su aliento otorgándoles al Varón y a la Varona señorío sobre todas las cosas y seres vivientes sobre la Tierra, para servirse de ellos; concediéndoles además libre arbitrio sobre el bien y el mal, haciéndonos libres.

Ahora bien, la escritura es clara, muy precisa, todo árbol malo da frutos malos, por sus frutos los reconoceréis, el árbol bien plantado da buenos frutos.

Reconócelos entonces por sus obras, hónralos por sus obras y escúchalos de acuerdo a sus frutos entonces, porque  el árbol bueno da buenos frutos y buena sombra y como dice el dicho popular…-el que a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija-. Los frutos son las obras de los hombres y su sombra su palabra que habla de Dios.

Porque en los últimos tiempos vendrán falsos profetas y dirán el Señor está aquí y está allá, vendrá acá o está aquí, más esperen y perseveren en la fé hasta la consumación de la revelación, porque nadie sabe la hora ni el momento de venida, solo Dios lo sabe, nos dejó si un dato, "Aprended la parábola de la higuera: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca." Mateo 24:32; pero también nos legó en San Lucas 13, 1-9 La Higuera Estéril,  “Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: -Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas'', 


El propietario de la Viña es Dios, Él Viñador Jesús su unigénito, nosotros la higuera estéril, Jesús con su vida, pasión y muerte fue el abono para que el hombre de frutos buenos. Dios en su amor infinito colmado de paciencia nos da tiempo para la conversión, pero el hombre es pecador de lo contrario no tendríamos libre albedrio, solo un fuerte propósito de enmienda nos libera del pecado, nos libera del mal, mediante la oración, para lograr un cambio radical en nuestras vidas.

Oíd esto y entiendan, sobre el advenimiento de Él Señor es clara la escritura,  en la Primera Carta a Los Corintios 15:51-54 “un momento, en un abrir y cerrar de ojos…” No habrá ninguna advertencia de la venida de Cristo, así como un ladrón en la noche llega sin advertencia. Por eso San Mateo 24:44 nos dice que debemos estar preparados “porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” 

Preparados es estar limpios de corazón, perseverar en la fé hasta el fín.

Debemos velar, como el buen padre de familia vela su casa para que no sea sorprendido por el ladrón de la noche, quién es el verdadero ladrón de la noche –Satanás- entonces debemos estar protegidos con la armadura de Dios según la Carta a Los Efesios 6:13-18. Porque el diablo recorre la tierra buscando a cristianos con una grieta en su armadura.  Esto es así porque no se dejen engañar creyendo que el diablo solo se centra en los pecadores, ellos ya le pertenecen y no tiene razón para molestarse con ellos, a menos que comiencen a despertar espiritualmente a Jesucristo. La preocupación del diablo son los cristianos. Nosotros somos a quienes quiere corromper y destruir, y es por eso como vemos a hermanos, sacerdotes, pastores y predicadores caer en el camino del mal, descarriados, que incurren en falsas apreciaciones de la palabra inducidos por la iniquidad, entonces  los cristianos siempre debemos estar alertas y preparados para la hora en que regrese el Señor, defendiéndose constantemente contra los embates del pecado, contra las asechanzas del mal, cuyo artífice es el mentiroso, la serpiente antigua que es el diablo y satanás.

La armadura de Dios es la oración y ser practicante activo de sus obras, emularlo en palabra y acción, nadie puede seguir a Dios y a Mammón el hijo de Lucifer es decir las obras del mal, que son los frutos amargos perturbadores de nuestra existencia, consecuencia de nuestras acciones en el hacer del mal.

Gracias a Dios tenemos la presencia del Espíritu Santo de Dios para enseñarnos y guiarnos, por otra parte, tenemos su palabra escrita,  tenemos la vida de Jesús de Nazaret,  todo lo que necesitamos para vivir vidas santas es nuestra conversión en obediencia a la Palabra de Dios, sin ninguna excusa para buscar esa verdad en otras filosofías, ni doctrinas y religiones extrañas que confunde el verdadero camino de redención en Cristo Jesús Señor nuestro.


Simon Kings.